17 ago 2008

Monseñor Oscar Romero


Michelle :

En la presentación que me mandaste Monseñor habla muchísimo de la injusticia que hacemos los ricos sobre los pobres, de cómo los explotamos, los tenemos oprimidos y sin ninguna buena alternativa de vida, también habla del perdón a sus enemigos, vaya que sí era un hombre congruente, sin lugar a dudas a los ojos del jefe es un santo.

Sin embargo, para mí el tiempo de ricos y pobres ya debe terminar y debemos luchar porque eso suceda, yo creo que debemos de centrar nuestro esfuerzo en derribar esa frontera que nos separa entre el bien y el mal, esa dicotomía de pensamiento que lo único que logra es separarnos del cielo, ese que te conté el otro día, el que tiene nubes ehh.

Según yo, el camino al cielo no tiene nada que ver con un estatus social o una posición económica, creo que con eso hemos sido atrapados por mucho tiempo y hemos permitido que nuestro pensamiento libre, sin complejos, sin culpas haya quedado envuelto de miedo, dejándonos a la deriva del viento, fuera del cielo.

El único requisito para vivir con Dios es querer hacerlo, romper con las ataduras del pensamiento limitado que nos llena de rencores, miedos, prejuicios, que nos atrapan y nos impiden vivir la verdadera ley de Dios, donde no hay lugar para el dinero o la falta de él, donde lo realmente lo importante es saber que somos parte de él.

Creo que debemos centrar nuestro esfuerzo en trabajar por concientizar a todos de Dios, con la congruencia de vida de Monseñor, sin odios, sin miedos, sin injusticias sociales, perdonando nuestras diferencias para llegar al cielo juntos.

Luis

2 comentarios:

potenciando dijo...

"Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja a que un rico al reino de Dios"

No es imposible que el rico entre al reino de Dios; pero le es mucho más difícil, porque le resulta muy difícil dejar de servir al dinero en vez de servir a Dios.

Y no nos engañemos. Servir a Dios no significa rezar Pares Nuestros ni ir a misa los domigos. Servir a Dios, está muy claro en el Evangelio, significa servir al prójimo.

Resulta que el prójimo en nuestro planeta es en un 80% pobre. La gran mayoría vive en la pobreza extrema, subsistiendo con menos de un dólar diario.

No se trata de pobres y ricos, desde luego, porque hay de pobres a pobres y de ricos a ricos.

Se trata de justicia, de misericordia, de amor, de entrega. Y en mi experiencia es más fácil encontrar estos valores entre los pobres que entre los ricos.

Fernando Ramos dijo...

Who's Michell??