26 abr 2009

" Expresándonos a través de la música "


Una de mis canciones favoritas es, " Dreams " de Cranberries. Lo que más me llama la atención de ella, es la manera como los sonidos de la batería manifiestan su libertad sin romper con la armonía de la música; súbitamente toca de una manera diferente pero nunca rompe con la melodía ni con la voz de la canción.

Como esa batería, me imagino que todos debemos de expresar nuestra libertad sin romper con nuestro entorno, tenemos que buscar nuevos sonidos y nuevos ritmos, tenemos que salirnos de lo convencional y crear, crear siempre cosas nuevas sin importar en donde estemos. Al igual que la música, nuestra creatividad es infinita, por ello debemos de estar abiertos, pensar con libertad alejándonos de los miedos y lo convencional, lo único que nos detiene a ir adelante somos nosotros mismos, entonces;

" ESTA EN NUESTRAS MANOS HACER EL CAMBIO "



19 abr 2009

Rompiendo el orgullo para buscar la paz


De cara a la próxima boda de mi familia política, sin darnos cuenta nos invadió un viento de orgullo y sin más ni más el clan se ha dividido; ahora nos estamos preparando para la guerra del silencio, fracturando la relación e impidiéndonos seguir disfrutando juntos, confundidos entre la dignidad y la soberbia.

Quizás todos estos acontecimientos tan notorios por ser familiares, no sean más que la oportunidad para voltear hacía adentro de mí y ver como tantas veces me he dejado envolver por ese soplo de orgullo, fragmentando la relación, quedando prisionero en mi propia cárcel, justificando ante los demás mi falta de humildad, y rompiendo sin ningún sentido con los seres queridos.

¿Qué puedo hacer para calmar a mi aguerrido corazón, qué puedo hacer para convencerlo que la verdadera batalla es la que libramos contra nosotros mismos?, que hagan lo que hagan los demás, es responsabilidad nuestra estar en paz. Ya no puedo dejarme llevar por sus impulsos irracionales de dignidad y justicia que atentan contra mi vocación, ya no puedo permitirlo.

Es por eso que hoy quiero ir de la reflexión a la acción :

Quiero pedir disculpas a todos los que he ofendido: con mis palabras, mis actitudes, con mi silencio, con mi ceguera o mi ignorancia, quiero pedir perdón: a mi gorda por todo lo que he dejado de hacer o lo que hice de mas que pudo ofenderte, aunque sé que a veces no parece, sigo enamorado de ti. A mis hijos que muchas veces con el afán de protegerlos los he hecho sentirse asfixiados, por haber olvidado que Ustedes son solamente suyos, libres y soberanos. A mis padres por todo su amor y ayuda incondicional que muchas veces pareció no importarme. A mis hermanos por todo lo que hice en nuestra niñez que les haya lastimado, por haber permitido que el tiempo y las circunstancias nos separen. A mis amigos por todas las veces que he sido desleal con Ustedes. No puedo cambiar el pasado, pero quiero decirles que ahora sé que :

“ En estos momentos es completamente irrelevante saber quien inicio la guerra, lo verdaderamente importante es que estamos aquí para hacer la paz “

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Ojalá que todos encontremos el formato para romper el orgullo y derramar la paz.


17 abr 2009

" Entendiendo el Universo "



" Hazle saber a la gente del pueblo mestizo que para nosotros no hay ser pequeño. Una piedra, un río, un cactus, el lobo, el jaguar, venus, el sol, son tan grandes e importantes como el más grande e importante de los hombres ".

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Por Jorge Enrique Gasca Domínguez

Al amanecer, terminada la ceremonia, los más experimentados del grupo se fueron con el Marakame al Cerro del Quemado a continuar con la fiesta.

Un día y medio despúes regresaron al círculo de caminantes. Antes de partir de Virikuta a la Aldea de los Venados, el grupo del Quemado me entregó una piedra con restos fósiles de caracoles y otros pequeños animales marinos que encontraron en algún lugar en su trayecto. Cuando la estaba recibiendo, el Marakame dijo con voz pausada:

“Hazle saber a la gente del pueblo mestizo que para nosotros no hay ser pequeño. Una piedra, un río, un cactus, el lobo, el jaguar, venus, el sol, son tan grandes e importantes como el más grande e importante de los hombres.

Para nosotros la divinidad está democráticamente distribuida en la naturaleza. De esta manera, todo esto que ves y aquello que no ves porque no te alcanza la energía para 'ver', contiene de manera natural la maravillosa divinidad de la creación sin discriminación alguna.

Para ustedes la expresión máxima de la divinidad es Jesús. Para nosotros Jesús es ciertamente expresión de la divinidad, tanto como ‘esas otras’ de sus manifestaciones que a ustedes no les dicen casi nada.

Esta piedra es la muestra de que nuestros ancestros ya habitaban esta tierra sagrada desde hace millones de años*. Gracias a ellos estamos aquí. Los ancestros y nosotros pertenecemos a una misma familia, al mismo linaje: linaje de la tierra, de los hombres, del universo”.

De regreso a Toluca, mi ciudad, coloqué la piedra en el altar de la casa de mi madre y le compartí esta historia para que se la cuente a todos los que por los que ahí pasan buscando su palabra y su generosidad.

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* Las amonitas que aparecen en la piedra son moluscos que vivieron en los mares de la tierra primitiva entre el Periodo Devónico (hace 450 millones de años) y el Periodo Cretáceo (hace 160 millones de años)


12 abr 2009

" Cuando llega el momento de mudar y regenerarse "



Por Fernando Ramos Mendoza

Hace días leí un artículo muy interesante en el cual explicaban el proceso de regeneración en ciertas partes del cuerpo de un águila, las cuales son fundamentales para poder vivir muchos años más. Estas partes vitales del águila son: el Pico, las garras y las plumas, las cuales, en promedio, después de 40 años se vuelven inútiles para continuar la supervivencia de este ejemplar animal. Cuando llega ese momento, el águila se enfrenta a una temible decisión: Seguir viviendo o dejarse morir.

Cuando el águila se inclina por la primera opción atraviesa por un proceso difícil y doloroso el cual consiste en escoger un lugar apartado que normalmente es el nido de toda su vida para empezar la renovación: El pico, el cual ya ha crecido lo suficiente para volverse inútil, lo golpea contra las rocas provocando su desprendimiento y así esperar la regeneración de uno nuevo, con el cual cortará cada una de sus “uñas” para esperar el nacimiento de unas más fuertes y sanas.

Con sus “nuevas” garras, procede a eliminar lo más posible sus plumas viejas y pesadas, y con ello obtener otras que le permitan emprender altos y largos vuelos como si hubiera vuelto a nacer. Este proceso no debe ser nada sencillo puesto que significa dolor y un tiempo de aproximadamente 5 meses para ésta infatigable ave.

En nuestras vidas, también llega ese momento, el momento de “detenerse” un instante para tomar decisiones difíciles en las cuales debemos “desprendernos” de aquello que no nos permite continuar nuestro camino. Y me refiero a un camino en los muchos sentidos de nuestras vidas. El cambio radical o simplemente la renovación en cualquier aspecto de nuestras vidas siempre nos dará nuevas oportunidades y fe para continuar el duro proceso de nuestra existencia. Dios, al igual que a las águilas, nos da la oportunidad de cambiar, de reflexionar, de pensar y de renovarnos en nuestras vidas para, tal vez no vivir biológicamente muchos años más, pero si, para levantarnos, recuperarnos y vivir en plenitud y felicidad por más tiempo.

Esta penetrante recapacitación es usada mucho en las pláticas religiosas las cuales se basan en la palabra de Dios, Quién en algunos versículos de sus escritos hace una comparación significativa entre este poderoso ser vivo (él águila) y la manera en que los seres humanos debemos aprender a tomar importantes decisiones.

“Pero, los que esperan en el Señor tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán” (Isaías 40:31)

“Señor hazme un radical, como el aguila volar, no quiero revolotear, Señor hazme un radical” (Marcos Witt)

3 abr 2009

"Hay que escribir ... y mucho."



"Ojalá que nunca se acabe el papel ni el lápiz, ojalá que nunca se canse la mano de trazar letras"

Por Sergio Velasco Alvear

Estimado Luis Ignacio :

Gracias por invitarme a escribir algo para tu blog, ese en el que puse el desafortunado comentario de que más te hubiera valido ser Doctor en Filosofía que Ingeniero, y digo desafortunado porque pues mira, lo puse hace tres semanas y todavía no te veo intenciones de corregir el rumbo. Sin embargo y volviendo a tu invitación, agradezco tu interés en medir el alcance las letras que eventualmente salen de esta mano.

Yo no le daba importancia a la escritura, ni a la redacción; hasta que una noche de cuando vivía en el dormitorio de la escuela donde estudié la preparatoria, de repente me encontré corrigiendo palabra por palabra, coma por coma, punto por punto, de una carta que enviaba a casa para recontar mis primeros días de estudiante fuera de casa. Los temas abundaban, pues todo para mí era nuevo y así el lápiz corrió con rapidez y corrió tan rápido, que ya nunca lo pude alcanzar. Así comenzó a crecer mi afición por la escritura, escribiendo cartas a mi madre, a mis amigos, a mis novias, a mi tía Sara (quien siempre que me veía, agradecía y halagaba mis cartas), etc.

Ya en la universidad tuve más halagos y satisfacciones. Recuerdo que nuestro profesor de Derecho Constitucional, materia que cursé en el segundo semestre de la carrera, nos pidió que hiciéramos un reporte en el que diéramos cuenta del informe del Presidente de la República, presentado ante el Congreso unos días antes. En aquel entonces, el Presidente era Miguel de la Madrid.

Cuando el profesor entregó las calificaciones, dejó la mía hasta el último y antes de darme la calificación me pidió leer el reporte que yo había escrito. Parado, de frente a toda la clase, comencé a leer mi reporte pensando que había cometido algún error garrafal y que al dar lectura al mismo, toda la clase se doblaría de la risa al escucharlo. Sin embargo, terminé de leer mi reporte y todos me aplaudieron. El profesor comentó que era el mejor artículo que había leído acerca del informe, incluso comparado con aquellos que leyó en la prensa, y ¡me puso mi diecesote!

Casi 25 años después de las primeras, sigo siendo amigo íntimo de todas mis cartas y escritos, de mi pluma y del papel. Para mí, escribir es una terapia que me sana, me purifica, me reconcilia, me encuentra, me sorprende, me encanta. Comparto contigo lo que decías esta mañana: hay que escribir, hay que escribir y mucho. Cuando escribes, dejas testimonio de esa persona que fuiste ayer. Cuando escribes, imprimes tu huella en el mundo, trasciendes ante ti mismo y ante los tuyos. Cuando escribes, muere una parte de ti y nace otra. Cuando escribes, eres libre de soñar, de sentir, de amar.

Debo de confesar que la tecnología ha tenido sus pros y contras sobre mi afición a la escritura; gracias a Dios, no había internet ni e-mails cuando comencé a escribir, porque quizás nunca la hubiera descubierto. Por otro lado, ahora es más fácil escuchar la voz de cualquier gente mediante un mensaje electrónico, ó la opinión de gente tan valiosa como tú a través de un blog como ese en que hice mi comentario desafortunado.

Ojalá que nunca se acabe el papel ni el lápiz, ojalá que nunca se canse la mano de trazar letras, aunque si llegase a suceder cualquiera de estos infortunios, la tecnología nos da para sortearlos; pero que nunca dejemos de escribir y así expresar las ideas que habitan nuestra mente, las palabras que habitan nuestros labios, los colores que habitan nuestros ojos, los sentimientos que habitan nuestras almas.

Por haber abierto un espacio de expresión escrita, te felicito.

1 abr 2009

" El silencio entre el papel y el lápiz "



“ Si queremos que las cosas cambien tenemos que manifestar lo que pensamos ”

Ahora que he vuelto a escribir, me he vuelto un promotor de la escritura con muy malos resultados, es por eso que se me ha ocurrido presentar algo de lo poco que he aprendido escribiendo, ojalá te entusiasmes con la idea.

Antes de que nada, lo primero que tenemos que hacer para poder sacarle una palabra al lápiz, es dejar de lado todos nuestros prejuicios, el miedo al qué dirán de lo que pienso, incluso los prejuicios que tenemos con nosotros mismos, no pasa nada si lo que escribimos no nos gusta, lo podemos tirar y empezar de nuevo. Es como bailar con la luz apagada, nadie nos ve, ni tú mismo, no tienes porque inhibirte.

Es importante escoger un buen tema, cuando ya has tomado la decisión de escribir, casi siempre los temas empiezan a flotar sobre tu cabeza, por donde camines te van siguiendo y van apareciendo nuevos, de una manera natural sin más complicación que esperar a que llegue, va a venir hacia ti, sólo abrázalo como la niña de la foto.

Para empezar a escribir, un poco de música afloja el lápiz, estoy seguro que en algún lugar del Universo las notas y las palabras son lo mismo, por eso con la música: las notas se hacen palabras, los acordes ideas y las melodías reflexiones.

El título es nuestra oportunidad para llamar la atención del lector, hay que buscar una frase que despierte el interés de lo que vamos a escribir, si logramos que eso suceda y la acompañamos de una buena foto, entonces nuestra gran oportunidad es la introducción, tenemos dos o tres líneas para convencer a nuestros lectores que nuestra reflexión vale la pena.

A mí me gusta buscar en la metáfora, con la metáfora puedes decir lo que quieras de una manera dulce, con ella no necesitas buscar en el cajón de las palabras complicadas, algunas veces lleva tu escrito y pensamiento hasta el fondo de la reflexión de una manera imperceptible, como si escucharas la música que más te gusta. Bien vale la pena caminar en el mundo de las analogías, siempre te darán algo bueno.

En la medida de lo posible procuro expresar las cosas de una manera positiva, hay que alejar de nuestros escritos las palabras negativas, generalmente vienen cargadas con un aire de inseguridad o insatisfacción, tienen la capacidad de enredar lo que queremos expresar, muchas veces prefiero cambiar un párrafo que seguir por ese sendero.

Hay que dejar en nuestro escrito una conclusión, en ella está el reflejo de nuestros sueños, como pensamos, que sentimos, como luchamos, en este lugar está la esencia de nuestro corazón, por ello debemos de dejar que nuestro escrito se llene de ella, con toda seguridad tus lectores se sentirán más identificados contigo que con tus palabras.

Todo esto es sólo la manera de redactar de un escritor novato, con muy poca experiencia en esto de plasmar el pensamiento, pero si en algo te ayuda a que puedas “ ROMPER EL SILENCIO ENTRE EL PAPEL Y EL LÁPIZ “, entonces, ha valido la pena.