5 sept 2009

Carta de un paciente a su doctor


Por Fernando Ramos Mendoza

Doctor, un saludo antes que nada, inclusive de que sepa quién soy

.....Espero me recuerde, lo visité por primera hace ya casi 13 años por un problema de ansiedad y exceso de estrés; como fue nuestro médico familiar lo visitamos para diversos motivos durante casi 5 años. Me gustaría comentarle que después de tanto tiempo no he quitado el dedo del renglón sobre esta inquietud que me hizo visitarlo aquella vez. Primero asistí con la Doctora especialista del hospital general que me recomendó y a 5 o 6 doctores más de distintas áreas y a cada uno le comenté esto que a Usted no le dije:

.....Mi infancia fue la que cualquier niño quisiera tener, llena de vida, energía y alegría, bastante normal. Recuerdo muy bien que cuando tenía 9 años le comenté a alguien que esa era la mejor edad y que en ella me gustaría quedar. Doctor, pero siento que en mi secundaria no fue así, es mas, ahora recuerdo que casi no me involucraba con los demás compañeros, a pesar de que nunca he tenido ningún problema de sociabilidad, algo raro sucedía, pero no le di importancia.


.....En la prepa, todo parecía “complicarse”, me sentía emocionalmente más tranquilo estando solo, aunque deseaba involucrarme mas con mis compañeros, era como si me costara mucho trabajo mantener una conversación por largo tiempo sin comenzar a incomodarme o desesperarme. También recuerdo que en la primaria tuve de las mejores calificaciones, pero en la secundaria y en la prepa me costaba más trabajo lograrlas, ¡¡qué raro!!, si ganas de destacar tanto en estudio como en actividades extraacadémicas me sobraban.


Recuerdo que mis padres batallaban para lograr que cumpliera con mis actividades tanto académicas como en la casa, pero es que…. ahora que recuerdo, me costaba mucho trabajo tan solo iniciarlas, y si lo hacía, normalmente las dejaba, como si me fastidiara o causara flojera, ¡cualquier padre pensaría que esto es normal y parte de una manera de ser, y creo que los míos así lo tomaron también.
Ah...olvidaba mencionarlo, una vez durante mis años de estudio me amanecí estudiando para un examen semestral (historia de México), leí y leí el libro tanto como pude como para que cualquiera contestara el examen en medio de un periférico, pero … reprobé, … ¿a caso no estudié bien?, ¿aparenté solo estar estudiando pero no le eché las ganas suficientes?.

.....Doctor, cómo era posible que detalles tan mínimos parecieran tan difíciles de llevar a cabo, o porqué a veces pasaba que comentas algo que hacía 2 minutos ya se había dicho, o al llegar a una reunión saludar a alguien dos veces, o lavarte la cabeza otra vez porque se te olvidaba que ya lo habías hecho, o tener que hacer una guía de actividades al despertar por la mañana para no perder el tiempo. En qué momento había que darle la importancia debida a todo eso.

.....A mis 19 años, unos meses después de haber estado con Ud., visité a una colega suya, es psicóloga y probablemente siga trabajando en el mismo hospital, y le expliqué que me tensionaba fácilmente en la escuela, y que al llegar a mi casa no me daban ganas de nada; me aplicó, dentro de varias sesiones, una serie de tests en donde al final concluyó que batallaba para concentrarme y me aconsejó visitar a un especialista con quien estuve en tratamiento por 2 años. Durante los siguientes 10 años he visitado a varios especialistas psicólogos, neurólogos y psiquiatras que en la mayoría de las veces diferían en sus diagnósticos. Después de varios estudios y más tests de habilidades, volvieron a comentarme que muy probablemente fuera un “Déficit de atención,” o sea, que por más que quieras poner atención, cuando menos te das cuenta, ya estás pensando en que mañana vas ir a pescar… ¡¡¡ ME SONABA COHERENTE TODO ESETO!!! al recordar todo lo que le he mencionado.

.....Decidí ser constante y llevar el tratamiento médico a pesar de que es difícil acostumbrarte en el periodo de inicio. Ya llevo más de 1 año de haberlo retomado y con la intención de ser constante hasta que exista un método mejor, porque por supuesto, he leído e investigado durante todo este tiempo, además de muchas posibles causas que pudiesen existir, y gracias a ello he aprendido mucho sobre: alimentación, glucosa, ritmo cardiaco, ritmos de vida y otras cosas que he ido tachando como causa principal o que ayudan a mejorar.

La verdad es que realmente me he vuelto un especialista en todo esto, que hasta podría ayudar a más gente compartiéndole mis experiencias y tal vez les ahorre un par de años.

.....Es una lástima que la mayoría de las personas que pasan por situaciones similares no le den la debida importancia y recurran a estilos de vida con los cuales le dan una solución muy temporal que termina afectando mas sus vidas. Sin ofenderlo Doctor, y con todo respeto, siempre he pensado que la medicina es de los negocios más lucrativos de hoy en día y llegué a ser un tanto incrédulo en la medicina de laboratorio, porque escuché una vez de manera informal que primero inventan el medicamento y luego los síntomas, pero… eso es algo de lo cual me debo reservar la opinión ya que todos sabemos que la medicina ha salvado muchas vidas y nos ha ayudado a muchas mas.
Ya me estoy acostumbrando a vivir con esta diferencia, porque cuando lo entiendes y lo aceptas buscas alternativas que te ayudan a ti mismo, identificas las situaciones que te afectan y les buscas una solución, como los que perdieron un brazo, un pierda o la vista.
.....Bueno Doctor, solo quería decirle que después de 13 años de investigar y consultar al respecto no pienso dejar de seguir luchando para tratar que todo esto no afecte un solo minuto mi vida en todos los aspectos, pero a la vez no puedo negar que estoy tan ansioso en, (a su debido tiempo, por supuesto) preguntarle a Dios, para que sea El quien me dé el diagnóstico, sus causas, y aunque ya no tenga caso, la solución; o como muy seguramente Usted ya estará allá para ese entonces, podamos preguntarle juntos.

.....Doctor, cuídese mucho y gracias por regalarme unos minutos para leer mis palabras, que definitivamente hay mucho que contar en los sucedido en todo este tiempo pero no quiero llegar a aburrirlo.

Prometo, que en la siguiente carta le seguiré contando mis experiencias, además de enviarle el contacto de los Doctores que me ayudaron y de los que me confundieron mas también, para, si Ud., así lo cree conveniente, seguir el caso y ayudar a más gente que como yo, evite estarse yendo por otros lados.

Antes de despedirme, quisiera que supiera que le agradezco mucho a mis papás que en su momento, nunca me entendieron pero si me apoyaron. Porque para ser un buen padre, no basta tener instinto, se requiere aprender, y no a través de los errores, si no de adquirir nuevos conocimientos, entender a "ESOS LOCOS BAJITOS" (como dice en su canción con ese título, Joan Manuel Serrat). Yo no tengo hijos, pero si soy uno. ¡¡¡NO BASTA!!!

Esto que le acabo de platicar Doc, es tan controversial que a la fecha hay una diversidad de opinión tan subjetiva que, la ignorancia o los intereses lucrativos no nos permiten entender cuál es la mejor forma de atender a los hijos.



P.D. Ha valido la pena todo este tiempo, a pesar de que en varias ocasiones quise dejarle a Dios hacerse cargo de todo esto y lo arreglara por mí. Estoy en el mejor momento de mi vida en cuanto a estabilidad emocional y muchas otras cosas más.

Saludos Cordiales:

Un paciente al que tal vez ya ni recuerde.

No basta. Franco Devita








Esos Locos Bajistos. Serrat


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