19 oct 2009

La relación y sus desengaños...


Esta semana me enteré que un amigo cercano está pasando por una situación familiar muy difícil, la relación con su pareja se ha fragmentado, se han soltado la mano y se la han entregado al silencio. Viviendo en el mismo lugar han decidido vivir separados, atrapados entre el dolor de no poder ser felices y las ganas de salir corriendo.

La situación económica ha sido un factor determinante en el desgaste de la relación, tanto que les ha ido desbastando el corazón hasta dejarlo desnudo, sensible a cualquier cosa: una palabra, una actitud, un silencio, un tú. Ha quedado el corazón tan sensible que ya no pueden estar cerca el uno del otro si no es a través de los hijos, lo único que más allá de su lastimado espíritu les permite estar cerca, aunque sea sólo un poco.

¿Qué hubiera pasado si la vida les hubiera sonreído con el dinero? ¿si no hubieran tenido que beber el trago amargo de las privaciones? ¿qué camino hubieran seguido con su relación? Seguramente los malos tiempos hubieran sido mejores, tendrían aun la tolerancia en la piel y estarían dispuestos a perdonar las pequeñas cosas del otro, que ahora por la miopía del desamor se ven tan grandes. Creo que hubieran podido caminar sin grandes problemas.

Yo les diría,...si más allá del dolor del correr de los años te pudieras sentar solo con tu alma, dejando por un momento a tu pareja, a tus hijos, el dinero y sus consecuencias... y visualizaras un escenario donde pudieras vivir en paz, donde el trabajo te diera para vivir el presente y un poco más, donde la vida fuera mucho más simple de lo que hasta ahora ha sido... ¿qué harías? ¿romperías con tu pareja? ¿buscarías nuevos horizontes? o ¿seguirías caminando con la familia?

Si acaso decidieras seguir caminando con la familia, no tengo duda de que este momento difícil tiene solución. Es necesario dejar de lado el pasado y juntos salir al encuentro de los problemas de dinero, sin reproches, con toda la pasión por delante pidiéndole al jefe:

"Señor ya hice todo lo que a mi alcance estaba y no he podido resolverlo, dame una mano y con ella estoy seguro saldremos adelante"

Sin embargo, si en el silencio encuentras que la relación ya no da para más, entonces tal vez sea el momento de ir al encuentro de nuevos horizontes para alcanzar la paz y la tranquilidad. No es necesario que se lastimen más como pareja, es el tiempo de hablar y, sin rencores ni culpas, perdonar el pasado y empezar de nuevo. Es tiempo para agradecer la vida compartida y para despedirse con una bella canción...


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