25 sept 2011

La vida a tu lado fue una fiesta...




Hace dos semanas que el Señor tomó tu mano para llevarte a celebrar la fiesta eterna, desde entonces las palabras están atoradas... algunas veces en la garganta y otras en el corazón, como si el dolor hubiera regado los pensamientos en el silencio y el alma no pudiera encontrar más que alguna que otra palabra que no logran hacer armonía con la razón...
Y cómo fundir el silencio con el dolor para hacerlo palabra y dejar que los sentimientos escondidos en la soledad del alma, se derramen gota a gota sobre el papel, para recapitular la alegría de haberte tenido cerca...
En medio de este remolino de sentimientos, me encuentro; con la alegría de saber que ahora estás con el Jefeee y con la tristeza de que sólo nos quedamos con tu recuerdo, que a querer o no, rompe la fragancia de la fragilidad, impregnando el aire de silencio, haciéndonos sentir un poco a la deriva, sin saber porque algunas veces nos sentimos tan tristes. Haciéndonos conscientes, como alguien me decía, del sentimiento de orfandad, que ahora se... no es sólo para la gente pequeña.
Del otro lado de la ausencia, está la alegría de saber que ahora estás con el Patrón disfrutando de su presencia y de la fiesta que debes estar celebrando con todos los seres queridos que se adelantaron en el camino. Me imagino que ya prepararon el escenario para que todos allá arriba puedan disfrutar el sabor de tus pasteles, esos que desde acá ya tenían un sabor celestial... una de las tantas cosas de ti, que desde niño me hicieron saber que Dios existe!!!
Del regalo que la vida nos dio por tenerte cerca, no tengo más que decir gracias, fueron tantas las cosas que nos enseñaste en el caminar diario; hablando sólo con tu trabajo, mostrándonos el camino con el ejemplo, sin hablar nunca mal de nadie. Como si el Señor en la soledad de tu niñez, en tu orfandad, te hubiera enseñado que de su mano se puede ir a donde el quiera; disfrutando la vida sin complicaciones, amando a los seres queridos y a los no tan queridos, siempre con una sonrisa y con la manos llenas para quien lo necesitara.
Sabes Ma, Gechu como me gustaba decirte, aunque muchas veces te dije te quiero y estoy contento con lo vivido, se que en la balanza del cariño las cosas siempre estuvieron a tu favor, por eso te digo que yo también me quedo con las manos llenas por tantos dones que nos compartiste; la alegría, la calma, el amor a prueba de fuego. Me queda el compromiso de seguir tu ejemplo; el de buscar la paz, el del perdón, el del trabajo, pero sobre todo... el de caminar siempre de la mano de Dios!!!
Hasta que nos volvamos a encontrar en el paraíso, que el Señor este siempre contigo...
Luis



6 comentarios:

MARIA EUGENIA dijo...

Luis:
Tu carta me pone en contacto con mis propios sentimientos de esperanza y tristeza.
Gracias por compartirla.

Anónimo dijo...

Aún me siento ofuscado para escribir mis propios sentimientos, sin embargo como lo defendio el "postino" ante el reclamo de Pablo Neruda por usar sus versos: “las palabras no son del que las escribe, sino del que las necesita” y con ese sabio argumento es por eso que en esta ocasión tomo prestada esta reflexion de Dn. Armando Fuentes A. "caton"....

En el cielo azul negro de la noche, la luna del Potrero está en menguante.

Oscurecidos por la sombra los álamos empiezan a pintar sus hojas con el sepia y el ocre del otoño.

Se irá la luna. Se irán las hojas de los árboles. Pero a la vuelta de los días el resplandor del plenilunio llenará otra vez el cielo, y luego del reposo del invierno los álamos tendrán follaje nuevo.

Los hombres somos iguales que la luna o árbol. Con ellos formamos parte de la eterna vida. Si la luna es creciente después de ser menguante, ¿no creceremos nosotros en una nueva vida después de esa mengua que se llama muerte? Es cierto: el verano se hace otoño. Pero el invierno es anuncio cierto de otra primavera.
Juan Jose Gasca

Carletto dijo...

Muy bonita columna de mami santa... Ahora nos toca replicar su ejemplo y vivir la vida de la mano de Dios... Te queremos mucho hermano... Familia Gasca Rodríguez

Fernando Ramos dijo...

Un abrazo Inge. Lo siento mucho en verdad. Tuve la oportunidad de conocer a su mamá y con toda sinceridad... Es otra cosa.!!!. Me acabo de enterar.

Arturo Robles dijo...

Mi estimado y querido Luis:

Recién me acabo de enterar de la enorme pérdida terrenal que acabas de vivir y desde aquí te mando mi más sincero pésame.

Muchas veces momentos como éste confunden y crean un ambiente de tristeza donde las remembranzas de los momentos vividos vienen acompañadas de un sinnúmero de lágrimas que reflejan el dolor del momento.

Sin embargo, creo que también puede ser un episodio donde la paz y la alegría también pueden estar presentes al saber que quien ha dejado de ocupar un lugar en esta vida ha cumplido con su proyecto de vida y a quien el Señor le regaló la hermosa oportunidad de que así fuera.

Y desde ese momento quiso llamarla para engrosar a Su lindo y selecto ejército de Ángeles con un miembro más.

Recibe un cariñoso abrazo y te pido lo hagas extensivo para todos tus hermanos.

Luis Gerardo González López dijo...

¡Gracias por compartirlo Luis! Tu mamá fue una bendición en la vida de muchos, incluyendo a mi familia. Te mando un abrazo con mucho cariño.