3 abr 2009

"Hay que escribir ... y mucho."



"Ojalá que nunca se acabe el papel ni el lápiz, ojalá que nunca se canse la mano de trazar letras"

Por Sergio Velasco Alvear

Estimado Luis Ignacio :

Gracias por invitarme a escribir algo para tu blog, ese en el que puse el desafortunado comentario de que más te hubiera valido ser Doctor en Filosofía que Ingeniero, y digo desafortunado porque pues mira, lo puse hace tres semanas y todavía no te veo intenciones de corregir el rumbo. Sin embargo y volviendo a tu invitación, agradezco tu interés en medir el alcance las letras que eventualmente salen de esta mano.

Yo no le daba importancia a la escritura, ni a la redacción; hasta que una noche de cuando vivía en el dormitorio de la escuela donde estudié la preparatoria, de repente me encontré corrigiendo palabra por palabra, coma por coma, punto por punto, de una carta que enviaba a casa para recontar mis primeros días de estudiante fuera de casa. Los temas abundaban, pues todo para mí era nuevo y así el lápiz corrió con rapidez y corrió tan rápido, que ya nunca lo pude alcanzar. Así comenzó a crecer mi afición por la escritura, escribiendo cartas a mi madre, a mis amigos, a mis novias, a mi tía Sara (quien siempre que me veía, agradecía y halagaba mis cartas), etc.

Ya en la universidad tuve más halagos y satisfacciones. Recuerdo que nuestro profesor de Derecho Constitucional, materia que cursé en el segundo semestre de la carrera, nos pidió que hiciéramos un reporte en el que diéramos cuenta del informe del Presidente de la República, presentado ante el Congreso unos días antes. En aquel entonces, el Presidente era Miguel de la Madrid.

Cuando el profesor entregó las calificaciones, dejó la mía hasta el último y antes de darme la calificación me pidió leer el reporte que yo había escrito. Parado, de frente a toda la clase, comencé a leer mi reporte pensando que había cometido algún error garrafal y que al dar lectura al mismo, toda la clase se doblaría de la risa al escucharlo. Sin embargo, terminé de leer mi reporte y todos me aplaudieron. El profesor comentó que era el mejor artículo que había leído acerca del informe, incluso comparado con aquellos que leyó en la prensa, y ¡me puso mi diecesote!

Casi 25 años después de las primeras, sigo siendo amigo íntimo de todas mis cartas y escritos, de mi pluma y del papel. Para mí, escribir es una terapia que me sana, me purifica, me reconcilia, me encuentra, me sorprende, me encanta. Comparto contigo lo que decías esta mañana: hay que escribir, hay que escribir y mucho. Cuando escribes, dejas testimonio de esa persona que fuiste ayer. Cuando escribes, imprimes tu huella en el mundo, trasciendes ante ti mismo y ante los tuyos. Cuando escribes, muere una parte de ti y nace otra. Cuando escribes, eres libre de soñar, de sentir, de amar.

Debo de confesar que la tecnología ha tenido sus pros y contras sobre mi afición a la escritura; gracias a Dios, no había internet ni e-mails cuando comencé a escribir, porque quizás nunca la hubiera descubierto. Por otro lado, ahora es más fácil escuchar la voz de cualquier gente mediante un mensaje electrónico, ó la opinión de gente tan valiosa como tú a través de un blog como ese en que hice mi comentario desafortunado.

Ojalá que nunca se acabe el papel ni el lápiz, ojalá que nunca se canse la mano de trazar letras, aunque si llegase a suceder cualquiera de estos infortunios, la tecnología nos da para sortearlos; pero que nunca dejemos de escribir y así expresar las ideas que habitan nuestra mente, las palabras que habitan nuestros labios, los colores que habitan nuestros ojos, los sentimientos que habitan nuestras almas.

Por haber abierto un espacio de expresión escrita, te felicito.

4 comentarios:

Luis Gasca Dominguez dijo...

Sergio:

Ojalá que esta amistad que tienes entre el papel y el lápiz se derrame muchas veces en este blog o en el tuyo propio, para ir construyendo nuestra red de expresión y libertad, gracias por tu carta.

Petardy dijo...

Hay un premio que te espera en Petardylandia. Saludos!

Fernando Ramos dijo...

Leer es aprender, escribir es compartir. Esto hace una excelente combinación. Saludos. Fernando Ramos

Pedro Plasencia dijo...

Para liberar el pensamiento...hay que leer y mucho.
Escribir es una cualidad que no a todos se nos da, pero el conocimiento solo con la lectura y el aprendisaje cotidiano se adquiere, felicidades Sergio.